Un Valor Anti-Edad para la Piel
El ácido hialurónico se está convirtiendo en uno de los pilares de la medicina y de la estética moderna. Es un polisacárido que forma parte de nuestro organismo, lo podemos encontrar en el humor vítreo, cartílagos, tejido conjuntivo y en la piel.

Sus funciones van desde la lubricación para proteger articulaciones hasta en el proceso de inhibición de proliferación bacteriana y cicatrizante de heridas. En medicina es frecuente su uso en los tratamientos contra la osteoartritis, y en deportistas de élite en su recuperación tras sufrir un esguince.
Dentro de la piel se encarga por un lado de retener agua, haciendo que la dermis esté mucho más hidratada. Y por otro lado estimula la fabricación de fibras de colágeno y elastina, combatiendo las arrugas y la flacidez. Además de sustituir los colágenos perdidos haciendo que la piel se vuelva tersa y homogénea desde los primeros instantes de su aplicación. Como lo corroboraron los estudios realizados por el doctor Robert J. Petrella, de la Universidad de Western Ontario.
Gracias a la biotecnología se han podido desarrollar derivados de ácido hialurónico de distinto peso molecular:
– Alto peso molecular: idóneo para reconstituir el manto hidrolipídico, protegiendo y homogenizando la capa superficial de la piel, evitando así la deshidratación de la misma.
– Medio peso molecular: captará las moléculas de agua de la dermis haciendo el efecto “esponjado”, consiguiendo una hidratación inmediata y una reducción visible de las arrugas.
– Bajo peso molecular: incidirá en la estimulación de los fibroblastos para conseguir una mayor estructura y firmeza de la piel.
Todas las investigaciones apuntan que el aporte diario de ácido hialurónico por vía tópica es fundamental en el cuidado diario anti-edad de la piel. Puedes contar con líneas de productos como HY+ de Freihaut , y las líneas de Klapp: Repagen, X-Treme, Alternative Medical, y los concentrados de SkinConcellular.